Sandwich, sánguche y hasta “sandui” para los más osados. El vocablo inglés evolucionó y terminó siendo apropiado por los tucumanos. Y, si de evolución se trata, es imposible no mencionar a “Chacho”, la lengendaria sanguchería de Tucumán, y a José Norberto Leguizamón, el verdadero Chacho, fundador del imperio de la milanesa y rey de su rubro.

Hoy el local gastronómico favorito de miles de comprovincianos está dirigido por su hija, Soledad Leguizamón y su esposo Luis Morales. Además, Matías, uno de sus hijos, corre las relaciones interinstitucionales e imagen pública.

Chacho en eventos

En 1973, según cuentan sus propios administradores, Chacho comenzó a atender en una pequeña cabina de lata ubicada en la esquina de avenida Aconquija y Camino del Perú, parada obligada para los que elegían pasar la noche de fiesta.

Personalidades reconocidas llegan a la provincia con el objetivo de pasar por la sanguchería. En sus visitas a Tucumán, Rusherking, María Becerra, Teté Coustarot y muchos más vivieron la experiencia Chacho.

Con la expansión, el negocio se convirtió también en un hito del que todos quieren formar parte. Por eso, desde hace años se ofrecen servicios en campeonatos, festivales y seminarios empresariales. Pero la estrella indiscutida en los eventos privados es “el Chachito”, un mini sánguche de milanesa que se sirve en bandejeo durante la madrugada. Los especialistas aseguran que es ideal “para el bajón”.

Es que, como asegura orgulloso Matías, “la verdad de la milanesa es que en Chacho no solo comés un sánguche, estás comiendo más de 50 años de historia, una real tradición tucumana”.

El secreto

La pregunta más repetida y por la que se interesó el chef Germán Martitegui, que los visitó hace poco, tal vez sea la que intenta develar los misterios familiares de décadas. “Creo que el secreto está en la mística del momento: cuando la milanesa levita sobre el aceite, diría el Oficial Gordillo. Ese cara a cara con el sanguchero y la pregunta más importante: ‘¿Que le’ va’ echá’ picante?’”. Para cerrar, siembra la intriga con total inteligencia y asegura que en Chacho “se vienen cositas”.

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